- Se utiliza para encerrar palabras o expresiones explicativas que se incorporan abruptamente en la oración, sin guardar, en apariencia, ninguna conexión gramatical con ella:
-“Maíz verde- la chala. Comen cocida la espiga en leche - el choclo y después de granada, cocida- el mote; y el grano tostado – la cancha y para comer pan amásenlo - la humita. He aquí palpable el enriquecimiento de un idioma por la conquista. Juan de Arona
- El canal internacional que separa Aguas Verdes- Perú y Huaquillas Ecuador se aprecia sucio, maloliente, de aspecto chocante.
- Es admirable que Simón Bolívar, en una existencia corta 1783-1830, hubiese llevado a cabo tantas y tan gloriosas acciones de guerra.
- Tenía un gran cultivo de paprika pimiento del cual devengaba el sustento para sus hijos.
- Para encerrar, a criterio del escritor, palabras o frases explicativas que bien pudieran ir entre comas:
- Después del partido, los jugadores muy cansados se tendieron sobre la grama.
- Doña Paca que no había amanecido para bromas aquel día insultaba a uno de sus huéspedes porque lo había dicho vieja.
- Conviene recordar que los nombres sustantivos y adjetivos tienen sus reglas ortográficas propias.
- Los paréntesis nunca van antecedidos de ningún signo de puntuación, pero inmediatamente después de él, deben colocarse los signos que exija la estructura normal de la oración, como coma, punto, punto y coma, puntos suspensivos, admiración, interrogación:
- El día que ocurrió la revuelta era sábado, los agentes del poblado se hallaban reunidas para hacer el mercado de costumbre.
- Avergüenza contemplar la situación deplorable en que viven estas tribus miseria absoluta. Uno tiene la sensación de que el Estado quiere ignorarlo a propósito.
- El amotinamiento se produjo tan rápido en menos de una hora Las autoridades estaban sorprendidas.
- ¡Cuántos patriotas estaban dispuestos a darlo todo por la libertad aun la propia vida!
- ¿Has vuelto a ver a los muchachos mis primos?
Augusto Alcocer Martinez (2001)